Cuando alguien está en un estado emocional Scleranthus, siente que cada decisión a tomar, por pequeña que sea, es una tortura. Y muchas veces está tan cronificado, la persona lleva así tanto tiempo, que se ha convertido en algo natural para ella.
No sólo está la incomodidad de valorar en cada momento qué opción elegir, pensar o incluso escribir un listado de los pros y los contras de cada una de las opciones, sino que, es el hecho de acabar decidiendo una y, por un lado,no ser la que realmente quiere, desde las tripas, y por otro, la imposibilidad de olvidarse de la opción que ha dejado de lado.
De esta forma, si acaba decidiéndose por una, ni siquiera es capaz de disfrutarla, porque su pensamiento está concentrado en la que rechazó.
Y las palabras que utilizo no están al azar. Una persona en Scleranthus, siente que "rechaza", "que deja de lado", "que pierde" esa opción que no tomó.
Se queda con la duda constante de si efectivamente eligió correctamente o no. Le gustaría tener una bola de cristal para poder ver el futuro y comprobar si acertó.
Scleranthus aporta sosiego a mi mente inquieta. Scleranthus me conecta con lo que realmente quiero Aquí y Ahora. Difumina el miedo a equivocarme. Scleranthus me arraiga en el presente que estoy viviendo, no en un futuro que vendrá y que no sé cómo va a ser.
Me aporta el silencio interior necesario para escucharme.
Scleranthus me ayuda a cincelar aquí y ahora, me acompaña en el disfrutar de la opción elegida y olvidarme de la que quedó atrás.
Me aporta la paz y la alegría de saber que la vida continuamente me va a poner frente a un cruce de caminos donde yo y sólo yo, soy responsable del camino que elijo.
Va más allá de la elección de un plato u otro en un restaurante, más allá de la ropa que voy a ponerme.
Es sentir que estoy donde quiero y como quiero estar, me permite saborear las pequeñas y grandes cosas que tengo a mi alrededor.
Hace que me sienta viva y con fortaleza. Con fortaleza para asumir lo que venga. Con fortaleza para mantenerme erguida.
Me siento responsable de mi propia vida, que las decisiones son mías, acertadas o no.
Que las equivocaciones no son tales si decido desde la tripa.
Es una esencia que me acompaña en mi proceso. Hace tiempo que no la tomo, y la siento ahí.
Es especial para mí, me ayuda a caminar con una sonrisa y con paz interior.
Me ayuda ser sincera y coherente conmigo misma, a conectarme con lo que soy, con lo que siento y con lo que quiero.
Voy, camino, opto, dejo zapatos a un lado, camino descalza, con los pies pisando y sintiendo la tierra y si me encuentro un cruce de caminos, sigo avanzando paso a paso.
http://lasfloresylamagiadeser.blogspot.com/2010/04/scleranthus-conexion-con-el-aqui-y.html
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